viernes, enero 12, 2007

Un apunte solidario

Mañana en Madrid está prevista la marcha de las asociaciones ecuatorianas con el apoyo de los sindicatos (CCOO y UGT) en solidaridad con las víctimas de la T4. Creo que es al primera manifestación relevante convocada por un colectivo emigrante o extranjero, que en este caso pueden ser términos sinónimos, aunque no por mucho tiempo, dadas las facilidades legales para adquirir la nacionalidad una vez regularizada la residencia.

Además de porque tenemos una gran tradición de emigración interna y externa (incluido el exilio y autoexilio), traigo aquí el tema porque me ha recordado que yo también fui emigrante, como antes lo fue parte de mi familia al otro lado del mar. Cada colectivo, tiene sus problemas y características específicas en su tiempo, pero existe una experiencia existencial, que hace que quien ha pasado por esa situación se sienta en cierto modo renacido o hecho de otra pasta. En mi caso, durante el primer año todas mis pertenencias cabían en una bolsa, conocí los primeros días las pensiones inmundas con habitaciones compartidas de gente de paso, luego me llegó la gloria porque pude vivir en casa de confianza, aunque pasé algunos meses durmiendo en el suelo o en el sofá... tenía donde elegir. Tardé tres meses en cobrar, mis primeras vacaciones fueron gratis (sin finiquito ni paro), tuve solidaridad y apoyo de los compañeros y también alguna desconsideración que me costó mi primera paga extraordinaria.

Lo que se llama integración requiere de una cierta bonanza económica previa. El emigrante cambia la sensación de sentirse ajeno por la satisfacción de sentirse corresponsable; ve que sus problemas son cada vez más los problemas de la sociedad donde vive; comienza a complacerle parecerse a sus vecinos y paralelamente encuentra lugar para mantener aquellas costumbres o aspectos de la vida, individuales o colectivos, que cada uno tenemos como propios. Bueno, todo esto es posible, si ha conseguido legalizar su situación y al menos en parte su objetivo, pero ese es otro tema.

En fin, no quiero extenderme ni convertir en tesis lo que no es más que un apunte personal para soliridarizarme desde el blog a través esta canción de Bunbury que suscribo.

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