lunes, diciembre 07, 2009

El efecto dominó

Estuve en el reciente congreso de Educared en Madrid, me pareció el mejor congreso de los cinco hasta ahora realizados, quizá porque con el OLPC y en nuestro país con los planes de Escuela 2.0 hay referentes institucionales que dan sentido al discurso de la generalización de la tecnología digital al mundo de la educación. Me gustó que la palabra más usada fuera red social y especialmente la "radicalidad" de los discursos que apuestan por un cambio real, como el de la delegación brasileña sobre el papel que deben jugar las TIC en el cambio curricular o el debate moderado por Campo Vidal (que también aportó lo suyo) entre Zaryn Dentzel (Tuenti) y Bernardo Hernández (Google), un soplo de aire fresco para cuestionar una enseñanza predeterminada a la preparación de exámenes (se puede ver en diferido en el vídeo de sesiones plenarias del segundo día).

Sin embargo, en el Metro, camino del hotel me dio tiempo a bostezar y recordé los relatos cortos "Cuentos para esperar en los semáforos" de Aster Navas, al que debo un post en esta bitácora desde Edublogs de Getxo, donde se distribuyó el libro en la carpeta del encuentro. No son bostezos sino efecto "dominó" lo que se necesita para conseguir la masa crítica que permita un cambio en el sistema.

Dejo una muestra de este excelente libro.

DOMINÓ
El tipo del andén bostezó. La mujer lo vio desde el vagón y no pudo reprimir otro bostezo que viajó por todo el convoy rebotando de boca en boca.
Una niña de trenzas lo apeó por fin en Embajadores y se lo contagió a un mantero con el que alcanzó la calle.
Allí el bostezo se subió a un motocicleta, enfiló la avenida y se repartió a derecha e izquierda en un semáforo.
A mí me ha atrapado sentado con Marisa en esta terraza.
Te aburres conmigo -me ha dicho, enfadada, y se ha perdido calle abajo.
Hacia Embajadores.
En fin.


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