Voy a destacar algunas reflexiones personales a propósito de los tres días del II Congreso Escuela 2.0 en Zaragoza:
- El trabajo con las TIC en al ESO es más efectivo cuando se plantea de forma integradora, organizar la práctica docente en torno áreas de conocimiento y no tan parcelado en disciplinas que sólo responden a criterios académicos rígidos y caducos.
- Aprender a hacerse preguntas es esencial para construir conocimiento con las nuevas fuentes de contenidos, no jerarquizadas y contextualizadas.
- Aumenta la sensibilidad por reformar la formación del profesorado, junto a la diversificación de fórmulas, se percibe la inquietud de que los cursos tengan carácter de procesos, más allá de la instrucción tecnológica.
- Escuela 2.0 es un movimiento innovador a la vez que un plan institucional que no puede reducirse al ámbito tecnológico. Seguir hablado de las TIC como herramienta es anacrónico.
- Las TIC jugaran un papel importante en una mejor respuesta de la educación a las retos sociales que tiene planteados. En la clausura, desde la dirección general de FP y promoción educativa se señala como meta la generalización de un módulo de grado medio o bachillerato.
Pero quizá lo más importante ha sido percibir el entusiasmo y la normalidad en que se desenvuelve Escuela 2.0, estamos en un proceso sin marcha atrás, por más que algunos gobiernos autónomos sigan resistiéndose. Y lo que queda del discurso en la carcunda reivindicativa de las organizaciones que se opusieron a su puesta en marcha tiene los días contados. No hay que extrañarse, las resistencias son consustanciales a todos los grandes retos de cambio, también que desaparezcan en el periodo de implantación.
En la mediateca del congreso se pueden seguir las intervenciones en la diferentes salas.